La expansión del vapor neutraliza la capacidad de adherencia de la pintura y genera la formación de burbujas.
Estas ampollas pueden formarse en las paredes interiores o exteriores de los edificios.
Las cocinas y baños son fuentes de humedad interiores que pueden causar que la pintura se ampolle.
En áreas exteriores, la humedad provocada por las condiciones atmosféricas y el agua de lluvia puede filtrarse entre las uniones de la madera no tratada o en otras zonas expuestas de las construcciones en madera.
Si los pintores permiten que se acumulen cantidades excesivas de humedad en superficies recién pintadas, es posible que se formen ampollas.
El clima caluroso puede hacer que los disolventes mezclados con la pintura fresca se evaporen y se expandan hacia el exterior, causando el ampollamiento.
Verificar que los componentes de madera de las estructuras estén bien protegidos de la humedad.
Instalar barreras de vapor de agua en las superficies interiores de las paredes exteriores.
Tratar cualquier área expuesta con un calafateado hidrófugo.
Incluir extractores en las áreas que tienen un alto nivel de humedad.
Aplicar la pintura cuando el clima esté templado.
En climas cálidos, pintar las superficies después de la exposición al sol, no antes.
Evitar pintar en las primeras horas de la mañana, ya que en ese momento del día la condensación del vapor de agua se puede asentar sobre las capas frescas.
Verificar que la aplicación de tapajuntas y el vidriado de las ventanas se hayan hecho de manera adecuada.