Básicamente encontramos 3 tipos: El derringer, arma de 1 a 4 disparos de pequeño tamaño, y que es empleada como último recurso o arma de defensa personal.
El revólver, arma de repetición dotada de un tambor o cilindro que alberga las municiones, y que gira sobre su eje cada vez que accionamos el mecanismo de disparo.
La pistola, que aloja las municiones en un cargador extraíble y que, al disparar, ejecuta por si sola todas las acciones necesarias para realizar de nuevo el disparo ( extrae la vaina vacía, monta los mecanismos de disparo y percusión, e introduce un nuevo cartucho en la recámara).
También existen pistolas monotiro, no poseen cargador o depósito de municiones y hemos de cargar manualmente el perdigón después de cada disparo.
Estas las encontramos para tiro informal, que suelen ser de cañón basculante, o de competición, con cañón fijo y carga por un lateral del mismo o por su parte superior.
Las pistolas y revólveres de aire comprimido pueden ser de simple acción debemos montar manualmente el mecanismo de disparo tras cada descarga), o de doble acción simplemente accionando el disparador, la presión ejercida movilizará todos los mecanismos necesarios para recargar y disparar.