El secreto de la cola de perdigones radica en que al ser más corta, es la más mortífera sobre la base de la carga estándar de una onza que impulsa.
La diferencia entre un calibre 16 y uno de 12 es que el 16 tira menos cantidad de plomo, normalmente 28 g, cuando el 12 tiene una amplia variedad de alternativas, que van desde los 24 hasta los 36 g.
Esta diferencia le juega a favor, porque implica mucho menor retroceso.
Y como el arma tiene que soportar menos presión y su diámetro de cañón es inferior, utiliza menos material y, por ende, pesa menos, detalle no menor cuando se camina detrás de las perdices.
En este sentido, si la escopeta del calibre 12 no llega a apoyarse bien, el moretón en el hombro es seguro, mientras que con la 16 eso no ocurre.
Según la propia experiencia y la de otros cazadores/tiradores consultados, el 16 es un gran calibre para la caza y su plomeo y llegada a la pieza es incluso mayor que el del 12.
Hay quienes sostienen que el 12 terminó imponiéndose y relegando al 16 a un segundo plano, aunque en Europa estaba muy extendido y daba muy buenos resultados hasta que esto sucedió.