Para eliminar ese residuo se debe usar un limpiador no solo desincrustante y emulsificante, sino que además neutralice el efecto de los residuos de productos, por disolución, aumento de la solubilidad y/o desactivación del principio activo.
No se debe confundir lavado con enjuague.
El lavado incluye un proceso de neutralización del principio activo, desincrustación y arrastre de los mismos.
Hay formulaciones muy difíciles de limpiar o neutralizar, y la presencia de alguna de ellas en el tanque implica una neutralización y lavado riguroso como es el caso del 2,4-D éster, PPO, etc.
Existen métodos caseros de limpieza que no aseguran siempre los resultados esperados por lo que se recomienda usar un limpiador comercial especialmente desarrollado y seguir las indicaciones del marbete del producto.
El enjuague diario luego del uso, es fundamental para la conservación de las piezas de la máquina y la seguridad del operario por problemas de contaminación.
Es más fácil limpiar un tanque de plástico que de fibra de vidrio.