Para blanquear los interruptores de luz, puedes utilizar agua oxigenada en crema volumen 40 y un pincel, aplicando el producto en el interruptor y dejándolo reposar durante 24 horas. Después, repite el proceso y comprobarás los resultados. Si el interruptor sigue amarillo, puedes repetir el tratamiento varias veces, como hasta tres veces. Otra opción es mezclar bicarbonato de sodio con agua para crear una pasta que se aplica sobre el área amarillenta, y luego sumergir la tapa del interruptor en una solución de lejía y agua durante una hora. También puedes utilizar vinagre blanco mezclado con agua y aplicarlo sobre el interruptor con un paño suave, frotando con cuidado y secando con otro paño limpio. Además, la pasta de dientes blanca puede ser utilizada para limpiar interruptores amarillentos, aplicando una pequeña cantidad sobre un trapo o cepillo de dientes y frotando suavemente, luego limpiando con un paño limpio y húmedo. Estos métodos pueden ayudar a eliminar el tono amarillento y dejar los interruptores con una apariencia más blanca y limpia.