Los polígonos industriales de Besós, en Barcelona, se han urbanizado siguiendo las directrices del proyecto “Poligoneras, justicia de género de los polígonos industriales”.
Algunos de los cambios que se han implementado en este modelo son: mejora de la accesibilidad, aumento de la frecuencia del transporte público, pintado de pasos de peatones, incremento de los puntos de alumbrado, creación de espacios verdes, fomento de su uso en la vida cotidiana e impulso a la seguridad.
Todas estas soluciones se pueden aplicar sin renunciar a la parte innovadora, creativa y bella del diseño industrial.
Otros recursos que mejoran la urbanización de los polígonos industriales son las paradas de autobuses y los espacios verdes para descansar y disfrutar de la hora del café en el trabajo.
El centro de creación contemporánea, Matadero Madrid, situado en el antiguo mercado de ganados de la ciudad, incluyó en su recinto el proyecto Archipiélago de Jerónimo Hagerman, un sistema modular, dinámico y hexagonal de islas vegetales que atrapa al usuario.
Un diseño de mobiliario urbano moderno que tiene la doble función de crear un espacio verde y un área de descanso.
Más allá de los tradicionales polígonos industriales, la transformación digital y las nuevas profesiones han dado lugar a nuevos espacios como parques tecnológicos y hubs.
Estos son referentes en diseño, innovación y funcionalidad.
Algunos de sus máximos representantes están en Silicon Valley, como el Googleplex y la sede de Samsung.
Polígonos industriales, complejos empresariales, oficinas y hubs pueden inspirarse en estos ejemplos y rediseñar sus espacios, tanto interiores como al aire libre.
La importancia que le otorgan a los espacios al aire libre.
Además de contar con pistas de tenis y campos de fútbol, en sus jardines plantan los vegetales que luego se sirven en la cafetería.
Así, la plantilla también puede disfrutar de los beneficios de la horticultura.
La Ciudad de la Justicia de Barcelona fue diseñada por el arquitecto David Chipperfield y Fermín Vázquez.
Este conjunto de ocho edificios pretende romper con la imagen rígida de la justicia y establecer un equilibrio entre las zonas de trabajo, los espacios públicos y el paisaje.
La Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia fue concebida con el objetivo de fomentar la tecnología, la ciencia y el arte.
Toda esta labor de divulgación del conocimiento se desarrolla en un entorno arquitectónico único, proyectado por Santiago Calatrava y Félix Candela.
Este recorrido por la urbanización de polígonos industriales con mobiliario moderno, los edificios de oficinas de Silicon Valley y estas dos últimas ciudades demuestra que lo funcional no está reñido con lo bello.