El rececho suele practicarse durante el amanecer o anochecer, donde las condiciones de luz no son las normales, y las distancias a las que se divisa el animal suelen ser medias/largas.
En definitiva, los visores para rececho son por lo general visores de grandes aumentos, ya que la mayoría de disparos que se realizan en esta modalidad de caza suelen ser a largas distancias.
Los visores para rececho deben contar con unas especificaciones técnicas muy concretas para poder aportar el máximo rendimiento.
Estos visores suelen también estar equipados con retículas como la famosa Mildot o sus derivados, ya que estas retículas permiten además calcular rápidamente la distancia aproximada a la que se encuentra la pieza que se desea abatir.
También es habitual el uso de retículas de caza sencillas como la clásica 4A.
Un visor para rececho debe tener un mínimo de robustez para una modalidad que puede suponer caídas o golpes con obstáculos del bosque, pero hay que tratar de buscar el equilibrio entre la durabilidad del visor y el peso que tiene, ya que el conjunto total del equipo puede resultar demasiado pesado.
Un buen peso sería en torno a los 500-600 gr.
En resumen, cuando vayas a comprar visor para rececho ten en cuenta que el visor debe ser el más ligero posible, con una retícula preferentemente iluminada, y con la mejor calidad óptica según tu presupuesto.
El visor Nikko Stirling Octa 3-24x56 4A IR con de 3 a 24 aumentos es ideal para rececho.