Apaga el teléfono: Antes de realizar cualquier limpieza, apaga completamente tu teléfono para evitar dañar el puerto de carga.
Inspección visual: Utiliza una luz brillante para inspeccionar el puerto de carga y verifica si hay pelusas, polvo o residuos.
Usa aire comprimido: Utiliza un soplador de aire suave o aire comprimido para soplar aire en el puerto de carga.
Hazlo suavemente para eliminar el polvo o la suciedad suelta.
Palillo de dientes de plástico o madera: Si hay suciedad compacta o residuos pegados en el puerto, puedes utilizar un palillo de dientes de plástico o madera para raspar suavemente y eliminar la suciedad.
Vuelve a soplar aire: Después de raspar suavemente, sopla aire nuevamente para eliminar cualquier partícula suelta.
Revisa y prueba: Después de limpiar el puerto de carga, vuelve a inspeccionarlo visualmente para asegurarte de que esté limpio.
Luego, intenta cargar el teléfono para verificar si el problema se ha solucionado.
Evita usar objetos metálicos o puntiagudos para limpiar el puerto de carga, ya que podrían dañar los pines.
Siempre sé suave y cuidadoso al limpiar el puerto de carga para evitar daños.
Si después de limpiar el puerto de carga aún experimentas problemas con la carga, considera probar con otro cable o cargador para descartar posibles problemas adicionales con los accesorios.