Para poder mantener y conservar tus medallas a lo largo del tiempo, es importante limpiarlas regularmente ya que ayuda a mantener su aspecto original. La limpieza ayuda a eliminar el polvo, la suciedad y las manchas que pueden acumularse en la superficie de las medallas y que, si se descuidan, podrían deteriorarlas o dificultar su visualización. Limpiar las medallas deportivas es un proceso relativamente sencillo. Reúne los materiales: Necesitarás agua tibia, detergente suave o jabón líquido, un paño suave o una esponja, y un paño de algodón seco. Prepara un baño de limpieza: Llena un recipiente con agua tibia y añade una pequeña cantidad de detergente suave o jabón líquido. Limpia la superficie de las medallas: Sumerge la medalla en el baño de limpieza y utiliza el paño suave o la esponja para frotar suavemente la superficie de la medalla. Enjuaga las medallas: Una vez que hayas limpiado toda la superficie de la medalla, enjuágala con agua tibia para eliminar cualquier residuo de detergente. Seca las medallas: Usa el paño de algodón seco para secar suavemente las medallas. Pulir las medallas (opcional): Si deseas darle un brillo extra a tus medallas, puedes usar un pulidor de metales suave o un paño de pulido especializado para frotar la superficie. Recuerda que si tus medallas tienen partes de tela o cintas adjuntas, debes tener cuidado al limpiarlas para evitar dañar estos materiales. Siempre consulta las instrucciones específicas del fabricante si las medallas son especialmente delicadas o si tienes dudas sobre cómo limpiarlas adecuadamente.