Los patrones de calibración son instrumentos de medida utilizados como referencia para comparar y verificar el desempeño de equipos con menos exactitud.
La exactitud de estos patrones varía dependiendo de lo que se esté calibrando; la mayoría de los profesionales recomiendan usar un patrón de calibración al menos cuatro veces mejor que el equipo a calibrar.
Los patrones de calibración se encuentran en laboratorios primarios de calibración en todo el mundo.
Estos laboratorios realizan las calibraciones más precisas y, a menudo, se clasifican como Institutos Nacionales de Metrología (NMIs).
Los instrumentos de medida tienen especificaciones para sus rangos de medida, exactitudes e incertidumbres, que se pueden encontrar en el manual del equipo.
Generalmente, se utilizan patrones al menos cuatro veces mejor que los instrumentos a calibrar.
Es importante equilibrar la necesidad de exactitud con el presupuesto disponible y considerar otras características del producto como facilidad de uso, factor de forma y capacidad para calibrar múltiples dispositivos.
Para garantizar la fiabilidad de las calibraciones, el Instituto Nacional de Patrones y Tecnología (NIST) ha establecido varios patrones de calibración.
Estos proporcionan orientación sobre el proceso de calibración de diversos equipos.
Además, el NIST administra un programa de acreditación para laboratorios de calibración, ofreciendo una evaluación imparcial de las cualificaciones técnicas de los laboratorios y su capacidad para realizar calibraciones o pruebas específicas.
Cuando se habla de patrones de calibración, no siempre se refiere a instrumentos físicos.
A veces, se hace referencia a patrones de calidad o regulaciones que especifican la calibración.
Por ejemplo, ISO 9001 es un estándar de calidad que exige que las empresas certificadas calibren sus equipos de medida y documenten los procesos involucrados.
ISO/IEC 17025 es el estándar de calidad utilizado por los laboratorios de calibración para asegurar que producen resultados válidos.