Para hacer un buen bloqueo, debes seguir estos tres pasos: preparar el bloqueo, la posición del cuerpo y utilizar el bloqueo.
En primer lugar, preparar el bloqueo, desplázate lentamente en una dirección y, a continuación, esprinta hacia tu compañero para engañar al defensor.
La posición del cuerpo, separa los pies a la altura de los hombros, flexiona las piernas y mantén el tronco recto.
Protégete con las manos, ya sea con los puños en la parte inferior del estómago o con los brazos cruzados con las manos sobre los hombros.
Un buen bloqueo se deberá hacer hacia un lado, de cara o de espaldas al defensor obstaculizando su trayectoria.
Tus pies deberán perpendiculares a los de tu oponente.
Deberás permanecer con los pies plantados en el suelo y el cuerpo recto.
Tras asegurarte de que tu compañero esté bien colocado, dirige a tu defensor directamente hacia el bloqueo para obstaculizarle.
Vuestros hombros deberán casi rozarse para asegurarse de que el defensor no puede pasar entre los dos.
Si el bloqueo es efectivo, tendrás varias opciones para elegir como continuar la jugada en función de cómo reaccione la defensa.
Cuando te enfrentes a una defensa sólida, los bloqueos directos son una buena manera de multiplicar las soluciones ofensivas.