Las capacidades coordinativas se clasifican de la siguiente manera: Capacidades coordinativas de orientación, que nos permiten conocer la posición y ubicación de nuestro cuerpo en todo momento y especialmente a la hora de realizar un movimiento. Capacidades coordinativas de combinación, que nos permiten integrar secuencial o simultáneamente movimientos de distinta naturaleza en un solo y único movimiento más complejo. Capacidades coordinativas de adaptación, que nos permiten variar patrones de movimiento establecidos para adaptarlos a una situación o posición determinada, es decir, permiten adaptar los movimientos aprendidos a las nuevas situaciones. Capacidades coordinativas de reacción, que nos permiten responder de manera adecuada, proporcional y rápida ante un estímulo inesperado. Capacidades coordinativas de equilibrio, que nos permiten realizar movimientos complejos contando con una pequeña base de apoyo, o bien conservar una posición resistiendo la acción de una fuerza o influencia externa. Capacidades coordinativas rítmicas, que nos permiten realizar movimientos armónicos combinando otros movimientos de manera apropiada y conjunta. Capacidades coordinativas de percepción espaciotemporal, que nos permiten incorporar al movimiento de nuestro cuerpo diferentes objetos externos, evaluando la velocidad, distancia y peso de cada uno.