Para mejorar la velocidad de reacción, puedes hacer ejercicios de agilidad, como escaleras de agilidad, conos de agilidad, cambios de dirección rápidos y ejercicios de reacción a señales visuales o auditivas.
La velocidad de reacción es la rapidez de respuesta a un estímulo.
La velocidad, como aptitud física, es la capacidad del ser humano de realizar movimientos rápidos y explosivos con el cuerpo en un periodo determinado de tiempo.
Esta capacidad se puede medir a través de distintos parámetros, como la velocidad de reacción.
En primer lugar, esta capacidad, que es indispensable en ciertos deportes, como el atletismo, el ciclismo o la natación, también resulta de ayuda en otras disciplinas.
Por ejemplo, ser rápido aumenta el rendimiento en deportes como el boxeo y el tenis, por la velocidad de reacción.
Realiza un entrenamiento específico de velocidad, piensa qué tipo de velocidad quieres desarrollar y confecciona la rutina que mejor se adapte.
Conviene recordar que el entrenamiento de velocidad debe ser progresivo y adaptado a las necesidades individuales de cada persona.
Ejercita la fuerza, desarrollar una base de fuerza en todo el cuerpo es fundamental para la velocidad.
Desarrollar esta habilidad y ver que mejoran constituye una fuente de autoestima y satisfacción.
La velocidad puede ser una meta para algunos deportistas.