Existen muchos ejercicios, de mayor o menor dificultad, que nos pueden ayudar a mejorar nuestro equilibrio y que, como ya hemos visto, son muy beneficiosos para nuestra salud física. Sentadillas, ayudan a fortalecer los músculos de glúteos y piernas, lo cual nos dará mayor estabilidad. Equilibrio en una pierna, levanta una rodilla hasta la cadera con un ángulo de 90 grados, mantén la postura durante el tiempo que seas capaz, después, cambia de pierna y repite el ejercicio. Equilibrio sobre manos y rodillas, sitúate en cuadrupedia, eleva un brazo delante de ti en línea con tu espalda, después, haz lo mismo con la pierna opuesta y mantén la posición. Equilibrio en barra, te vale un tablón, una línea pintada en el suelo, una fila de ladrillos… Sólo tienes que subir y caminar hacia delante y hacia atrás sin salirte de la línea. Peso muerto con una pierna, colócate de pie y activa el core, deja caer el tronco hacia delante y levanta una pierna recta hacia atrás. También existen juegos sencillos como la rayuela que te pueden ayudar a mejorar tu equilibrio y que también son buenos ejercicios de coordinación, como una pista de obstáculos. Igualmente, disciplinas como el taichí, el yoga o el pilates son muy recomendables porque introducen muchos ejercicios para mejorar el equilibrio.