Coordinación dinámica-general.
Se refiere a la capacidad básica de mover diferentes partes del cuerpo de forma eficiente sin que unas afecten a otras.
Coordinación segmentada.
Este tipo de coordinación implica incrementar la destreza sobre algunas partes del cuerpo, o segmentos, y se puede clasificar en varios tipos.
La coordinación óculo-manual que es la que se aplica en los movimientos en los que se usan las manos, por ejemplo actividades que requieren puntería.
La coordinación ß hace referencia a los pies, por ejemplo golpear una pelota con el pie.
La óculo-cabeza que, como su nombre indica, implica el uso de la cabeza.
Coordinación espacial.
Es cuando los movimientos tienen que adaptarse a un espacio o una trayectoria.
Coordinación intermuscular.
Hace alusión a la activación o reacción de la musculatura que se requiere para hacer un movimiento determinado.
Por ejemplo, para saltar tiene que intervenir la acción de determinados grupos musculares, como los cuádriceps o los glúteos entre otros.
Coordinación intramuscular.
Es la capacidad física que poseen los músculos de contraerse para provocar movimientos.
Por ejemplo, los gemelos en muchos pasos de baile flamenco.