El movimiento descoordinado se debe a un problema con el control muscular que ocasiona una incapacidad para coordinar los movimientos. Esto lleva a que se presente un movimiento espasmódico, inestable y de vaivén de la mitad del cuerpo y marcha inestable. El movimiento elegante y suave requiere de un equilibrio entre los diferentes grupos de músculos, este equilibrio lo controla una parte del cerebro denominada cerebelo. Si esto no sucede adecuadamente, a menudo se puede presentar ataxia. Las enfermedades que lesionan el cerebelo, la médula espinal y los nervios periféricos pueden interferir con el movimiento muscular normal. El resultado es el movimiento muscular tosco, espasmódico y descoordinado. Las lesiones o enfermedades cerebrales que pueden causar movimientos descoordinados incluyen lesión al cerebro o traumatismo craneal, varicela o algunas otras infecciones cerebrales, afecciones hereditarias, esclerosis múltiple, accidente cerebrovascular o accidente isquémico transitorio. Otras causas incluyen intoxicación o efectos tóxicos ocasionados por alcohol, ciertos medicamentos, metales pesados, disolventes, drogas ilícitas y problemas con los nervios en las piernas. La falta de coordinación dura más de unos pocos minutos y puede presentarse en situaciones de emergencia. Es importante hacer un examen físico que incluya una evaluación detallada del sistema nervioso y los músculos, y prestar atención cuidadosa a la marcha, el equilibrio y la coordinación.