Corre despacio, correr a un ritmo más lento no solo te permitirá correr durante más tiempo, sino que también te ayudará a desarrollar una sólida base aeróbica. Incrementa la distancia, aumentar la distancia en tus salidas de running es fundamental para mejorar tu resistencia. Incluye sesiones específicas de velocidad, incluir sesiones específicas de velocidad en tu plan de entrenamiento es crucial para mejorar tu rendimiento como corredor. Trabaja la técnica de carrera, una técnica de carrera más eficiente significa que estás utilizando menos energía para moverte a la misma velocidad. Corre de forma regular, correr de forma regular permite que el cuerpo se adapte de forma regular a las demandas específicas del ejercicio físico. Incluye el entrenamiento de fuerza en tu rutina, el entrenamiento de fuerza permite fortalecer los músculos utilizados durante la carrera como los cuádriceps, los isquiotibiales, los glúteos y los músculos de la pantorrilla. Recupérate adecuadamente, el descanso adecuado es fundamental para permitir que tu cuerpo se recupere y se fortalezca después del entrenamiento. La mejora de la resistencia al correr es un proceso gradual que requiere tiempo y consistencia en el entrenamiento. Para lograrlo, es fundamental seguir un programa de entrenamiento estructurado, sin descuidar la recuperación y manteniendo una nutrición adecuada.