La hidratación adecuada es la base en el fútbol sala, donde la rapidez y la agilidad son esenciales, mantente hidratado antes, durante y después del juego. Los carbohidratos son la fuente principal de energía, antes del partido opta por alimentos ricos en carbohidratos no complejos como pasta, arroz o batatas. La velocidad y la resistencia son componentes cruciales, incorpora sesiones específicas de entrenamiento cardiovascular, como carreras cortas y cambios de ritmo, para mejorar tu resistencia y capacidad de recuperación. Dedica tiempo a ejercicios que mejoren tu agilidad y coordinación, como conos, zigzags y entrenamiento de velocidad lateral. Un cuerpo fuerte es fundamental, concentra tu entrenamiento en fortalecer piernas, core y zona lumbar, ejercicios como sentadillas, planchas y levantamiento de pesas son esenciales para mejorar la potencia y la estabilidad. Después del esfuerzo, la recuperación es clave, las proteínas son esenciales para reparar los tejidos musculares, incorpora fuentes magras como pollo, pescado o un batido de suero de leche. Prioriza el sueño adecuado para la recuperación física y mental, un cuerpo bien descansado es más resistente y capaz de enfrentar los desafíos en la cancha.