A grandes rasgos, esta técnica consiste en la explicación de teorías complejas, a través de un lenguaje sencillo y comprensible por todos. Con ello, se consigue la asimilación del concepto y, por consiguiente, que el estudiante sea capaz de transmitirlo a todo tipo de público. En otras palabras: aprender a través de la enseñanza. El método Feynman, paso a paso:
1. Elige el tema o apartado para estudiar
2. Escríbelo, desarrollando dicho tema
3. Completa la información que faltaba
4. Reescribe el tema y da tu propia lección a un alumnado imaginario.
Es el momento de leer el tema, como es obvio, con una lectura solo se podrán retener ciertas ideas o detalles, pero no toda la lección. Acto seguido, el estudiante debe escribir todo lo que sepa. Redactar la lección, utilizando un lenguaje coloquial, sencillo y desarrollando todo lo que recuerde.
Una vez escrito el tema o apartado, el estudiante tendrá que explicarlo en voz alta, de la forma más clara posible.
Se tendrá que emplear un lenguaje claro, fácil y explicando los tecnicismos.
De este modo, el estudiante consigue realizar un aprendizaje activo, ya que va a ser consciente de los conceptos más generales; pero a su vez va a observar también dónde está fallando.
A continuación, en este paso del método Feynman es necesario completar la lección en aquellos puntos donde falta información.
Una relectura será del todo necesaria para esa revisión del tema.
Y el último apartado es evidente: reescribir de nuevo el tema con toda la información completa.
Utiliza tus propias palabras y comprende lo que dices.
Esa es la clave para asimilar de verdad un concepto y poder transmitírselo a cualquiera.
Y si todavía no has memorizado la lección, ¡repite el proceso cuantas veces necesites!