La gran mayoría de la población tiene una lateralidad homogénea, son diestros o zurdos de mano, pierna, oído o visión. Sin embargo, se calcula que un 25% de la población tiene lateralidad cruzada, lo que significa que, como Messi, pueden ser zurdos de pie y diestros de mano, o de ojo, o al revés. En estos casos, la organización de las funciones de los órganos pares y simétricos no se ha definido bien.
En el caso de Messi, la relación ojo-pie es homogénea, lo que es una ventaja en su deporte, mientras que la relación ojo-mano y mano-pie es cruzada.
Para el deporte, tener lateralidad cruzada puede ser incluso una ventaja. Forma parte de las características físicas naturales y si el deportista explota bien estas características, sus resultados pueden ser buenos, como puede ser el caso de Messi.
El prestigioso neurocirujano italiano, Ernesto Coscarella, afirma que “mis estudios demuestran que el talento de los grandes campeones reside en la parte subcortical del cerebro, el área más profunda, por lo que con el oportuno entrenamiento específico, el talento puede ser cultivado y aumentado”.
Leo Messi no es el único deportista conocido con lateralidad cruzada. Maradona, es otro ejemplo. Los tenistas Rafael Nadal o Roger Federer también tienen la lateralidad cruzada. En los tres casos se discute si son los mejores del mundo en su especialidad y nadie duda de su calidad.