Mantener la calma bajo presión no significa que no te tomes las cosas en serio o que no te importen. Significa que puedes pensar con claridad, analizar las situaciones de manera objetiva y tomar las mejores decisiones posibles. Se trata de responder en lugar de reaccionar, de ser proactivo en lugar de reactivo.
De acuerdo con Harvard Business Review, cuando estás bajo presión o estrés, se dispara la respuesta de pelear o huir en tu cerebro, y eso acelera la respiración y el ritmo cardiaco. Los ejercicios de respiración pueden ayudarte a regular y a evitar que esa respuesta automática te controle. Alarga el tiempo que exhala y concéntrate en respirar desde el abdomen. Inhala contando hasta cuatro y exhala contando hasta ocho. Esto ralentiza el ritmo cardíaco, estabiliza la presión arterial y fomenta el intercambio completo de oxígeno, que es fundamental para la capacidad del cerebro de funcionar.
Enfócate en las 24 horas del presente. Cuando estamos presionados y estresados, es fácil empezar a pensar en los “qué pasaría” y en escenarios fatalistas del futuro, por eso es importante aterrizar en el presente y mantener la atención puesta en las 24 horas que están transcurriendo. Esto significa que debes enfocarte en las soluciones, en las cosas que puedes hacer en el momento y en los pasos que debes dar ahora y en cómo lidiar con el momento presente, para evitar que esas preocupaciones del futuro te estresen todavía más y desencadenen un ataque de ansiedad.
No caigas en el multitasking, parte de lo que altera y aumenta la sensación de presión es el multitasking, que se refiere a querer hacer muchas cosas al mismo tiempo, en lugar de darle tu atención completa a una para poder hacerla bien y terminar rápido.
Establecer una rutina previa a la actuación o a la tarea. Mindful.org recomienda establecer una rutina que ayude a prepararte antes de realizar las tareas y actividades que tienes que hacer, con el fin de que te concentres en acciones y no permitas que tus pensamientos se descontrolen.
Ya sea que se trate de respirar profundamente, encontrar un espacio tranquilo para reagruparse, hacer algunos estiramientos suaves o tener una llamada telefónica rápida con alguien de confianza, dedicar unos minutos a hacer algo activo antes de un gran evento evitará que te descontroles, para que puedas actuar con confianza.
Haz algo para desviar temporalmente la atención de tu emoción intensa. Concéntrate en otra sensación de tu cuerpo, como la sensación de tu peso presionando el asiento, moviendo cada dedo del pie individualmente o frotando suavemente las yemas de los dedos para ver si puedes sentir las crestas de tus huellas dactilares.