Ver la canasta. Sólo así podremos tener una mayor visión, y control tanto de nuestros compañeros, como de los rivales.
Pasar antes que botar. El pase viaja a mayor rapidez que el bote.
Conocer puntos fuertes, y débiles de los compañeros.
Intuir dónde puede desplazarse el compañero, y hacerle llegar el balón cuándo, y dónde pueda hacer algo útil.
Pases oportunos.
Anticiparse a la velocidad del compañero, efectuar los mismos ligeramente adelantados hacia el espacio libre.
Utilizar el engaño.
Fintar antes de pasar, y no telegrafiar el pase.
Utilizar la visión periférica, y emplear el elemento sorpresa.
Atraer, y pasar.
Atraer al defensor con algún tipo de finta, y evitar pasar cuando el defensor se aleje, porque éste tendrá más tiempo, y distancia para reaccionar.
Realizar pases rápidos, y precisos.
Eliminar movimientos superfluos, no realizar, ni iniciar un pase por detrás del plano de su cuerpo.
Evaluar la fuerza del pase.
Pasar con fuerza en distancias largas, y usar toque cuando estemos cerca del compañero.
Pasar lejos del defensor, y a la mano alejada del tirador desmarcado.
Así el lanzador no tendrá que cambiar de manos, o de posición de cuerpo para atrapar un pase desviado.