La clave del entrenamiento en el área infantil / juvenil -y en lo que más tendríamos que hacer hincapié los entrenadores, dado que es lo que marcará la diferencia en el futuro-, es la toma de decisiones o, lo que es lo mismo, direccionar a los jugadores a encontrar o descubrir soluciones a los problemas que les plantea el propio juego o ejercicio de la manera más rápida y eficaz posible.
Si buscamos una definición de lo que es la toma de decisiones en el futbol, vemos que es el proceso mediante el cual se realiza una elección entre las opciones o formas para resolver diferentes situaciones utilizando el razonamiento y el pensamiento para ello.
Concretamente, en el fútbol tenemos ciertas variables que influyen en el proceso de toma de decisión, como pueden ser el espacio en el que nos encontremos, el tiempo que tiene el jugador para decidir y llevar a cabo una acción, el balón, la posición de rivales y compañeros.
Debido a todas estas variables podemos dividir el proceso en una serie de fases inherentes a la toma de decisión:
1- Observación: el jugador debe comprender en el menor tiempo posible la situación de cada una de las variables anteriormente vistas y tener claras las posibles alternativas que puede tomar para solucionar el problema que se le crea.
2- Análisis: debe analizar las alternativas que se le plantean en función de las variables y qué ocurrirá en el caso de que decida tomar cada una de las opciones.
3- Solución: el jugador decide cuál de las alternativas es la más adecuada en ese momento y para esa situación.
4- Llevar a cabo la acción: es el momento de que tras haber observado, analizado y solucionado el problema, el jugador lleva a cabo la resolución que había decidido.
Aquí entran en juego las capacidades técnico-tácticas del jugador.
Una vez que sabemos cómo es el proceso de la toma de decisiones, llega el momento de ponerlo en práctica en nuestros entrenamientos.
Para ello no utilizamos tareas analíticas, ni acciones combinadas, puesto que estas no crean problemas para solucionar, sino que son solo ejercicios de automatismo guiado.
Las tareas que más van a ayudar a nuestros jugadores a analizar situaciones o tomar decisiones son aquellas en las que haya mayor transferencia hacia el juego real y en la que los problemas que se les planteen sean, en su mayor medida, como los que se les plantearán en los partidos.
A sabiendas de todo esto, las tareas que propongo son juegos en inferioridad o superioridad y partidos reducidos condicionados.
Con estos ejercicios, lo que intentamos es provocar que los jugadores tengan que estar continuamente observando, analizando, solucionando.
Es decir, decidiendo cuáles son las mejores opciones que les plantea el propio juego.